La calle de las sirenas. [ Libre ]

La noche es de las mejores aliadas para las mentes perturbadas, un clima frio, las luces centellando de forma artificial por las calles y avenidas de la ciudad, el sonido escaso de los automóviles, silencio casi total para ordenar cualquier pensamiento arremete contra la razón. Ahí se encontraba Alesha, vagando por las calles de madrugada, sin saber exactamente que hacer, estaba aburrida a más no poder, la televisión no era una opción, mucho menos lo era el jugar juegos de mesa; preferible era balancear su cuerpo en los bordes de la calle que daban al suelo de asfalto, además de buscar una fiesta o PUB que sirviera para calmar sus ansias de vivir. Se lograba escuchar un bajo afinando la tonada, después una guitarra que hacía una especie de recopilación de canciones, al parecer una banda estaría practicando a esas horas de la madrugada, la voz del aparente vocalista ya comenzaba a escucharse, por su parte Alesha buscaba la forma de ubicar donde estaba esa banda, seguramente en un garage a lo grunge. Con su vestido negro de encaje que le llegaba un poco por arriba de las rodillas, haciendo lucir su blanca piel que brillaba con la luz blanca de la calle, esas calcetas que le cubrían un poco de frío, sus sneakers colo negro a lo converse, un liston rosa mexicano que adornaba su larga cabellera, un aroma a vainilla con coco que era parte de su esencia personal, se coló a la aparente grabación o ensayo. Fue sorpresa para ella ver que era en realidad un ensayo en una especie de balcón, no se habían percatado de su presencia lo cual no era del todo malo, no quería interrumpirlos pues tenían buen ritmo para aparentemente ser novatos.

- What the hell am i doing here? i don't belong here. She's running out again, she's running out... she's run run run running out...

Murmuraba la letra de la canción pues la conocía, al parecer fue escuchada por el vocalista, pero Alesha se desvaneció siendo apenas interceptada, así como si de un espejismo o fantasma se tratara, los chicos un poco aturdidos comenzaron a tocar otra canción, algo más movido. Entre la noche Alesha caminaba para buscar otra cosa que hacer, pero ahora tenía una tonada nueva en su mente, algo que le daba algo de energia para seguir vagando por esas algo solitarias calles, además de que era pegajosa para bailar un poco, aunque la letra era algo filosa, no importaba.

- Siempre estarás muy muy dentro de mí y te quiero sacar para no estar así, desde que tú no estas siento que algo se perdió de mí~

Me encontraba durmiendo en un callejón muy cercano a una casa de dos plantas que parecía de personas adineradas pero bueno que se podía hacer, había encontrado un buen lugar en donde las ventiscas de la noche no chocara contra mi cuerpo y donde encontré una posición un tanto cómoda, pero luego el frió de la noche como era lo usual comenzó a hacer de las suyas, mientras que era hora de tomar algo de café. Comencé a caminar fuera de este lugar para ver si encontraba algún mercado abierto a estas hora para comprar un vaso de café mientras me levantaba los chicos de la casa justo al lado mio comenzaron a tocar música a lo que dije -Parecen entretenerse- luego note una chica, que así como se detuvo unos segundos, siguió su camino. La verdad me había parecido hermosa, su piel blanca que hacia contraste con su vestido negro así que comencé a caminar en su dirección tratando de encontrarla cuando pensé divisarla un poco mas adelante así que trote un poco para ver si era ella. Luego toque su hombro y decirle algo - Hola, no se como es que alguien como tu andab....- cuando vi su rostro me sonroje demasiado y baje mi rostro pero eso no me detuvo continué casi balbuceando. -Andabas sola a estas hora de la noche?- Luego intente sonreír ocultando mis ojos y una parte de mis mejillas con mi brazo izquierdo. Mientras que recordé que para beberme el café no me faltaba mucho así que tenia que apurarme entonces sugerí -Te apetecería ir conmigo a algún alguien interesante como yo?- Algo osado si me lo preguntan pero no se me ocurría nada y no quería dejarla caminar sola.

Mientras la ojos turquesa caminaba por la acera aun jugando a no pisar las rayas como si de una niña se tratase escucho pasos cerca de ella, no se inmuto en voltear igual las calles eran libres y de quien se tratase no le importaba mucho, pero los pasos pronto se escuchaban más cerca así que optó por ponerse un poco a la defensiva. Un ligero toque en su hombro la hizo ladear un poco la cabeza hacía la persona para toparse con un hombre o mejor dicho un joven, por la media oscuridad y el flequillo aparentemente castaño no le reconoció, pero este le hablaba en un tono normal para nada agresivo lo que le hizo sonreír de forma tierna.

- ¿Hola? - murmuró con una suave voz mirandolo con ternura.

Aunque su apariencia de niña que no rompía un plato estaba bien maquilada, no podía darse el lujo de bajar la guardia, era desconfiada solo un poco. El balbuceo del chico quien por el momento seguía siendo un desconocido para la cabellos bicolor amplio su sonrisa, al parecer se había sonrojado, de no ser porque lo tenía lo suficientemente cerca y el hecho de que lo ocultara no se habría percatado de ello. Las palabras aparte de balbuceadas estaban atropelladas, ya le había pasado antes con otros hombres por lo que era normal hasta cierto punto.

- Oh... claro~ - canturrero de forma elegante mientras lo tomaba de la muñeca, como si se tratará de una niña pequeña que no quiere perderse en el camino- Me llamo Alesha por cierto he...~

La chica acepto lo cual me parecio algo raro, es dificil creer que alguien aceptaria caminar conmigo a esas horas de la noche pero me senti un poco aliviado y retire mi brazo de mi cara. Solte una pequeña carcajada y comence a caminar con los brazos detras del cuello con los codos al aire luego me diriji a la chica y le dije. -Mi nombre es Kain, Kain Shuga, un placer conocerte - Luego miraba en los alrededores buscando por alguna luz que delatara a un mercado a estas horas, cuando por fin me decidi a preguntar por que le nerviosismo no me dejaba y ademas ya solo faltaban 20 minutos para hacer mi retribucion, algo timido le dije. - De casualidad sabes donde queda algun mercado o tienda que pueda estar abierto a esta hora? - Luego sonrei intentando ocultar mi nerviosismo, mientras seguia caminando y mirando hacia arriba sin darme cuenta de que delante de mi habia un pequeño desnivel el cual me hizo tropezar. Esperaba que no reaccionara raro ni que me hubiera puesto en verguenza asi que en silencio me levante y me sacudi los pantalones, mientras me decia a mi mismo en voz baja -Eso te pasa por no mirar el camino, estupido - Luego volvi a mi posicion inicial y segui buscando aquellas luces que delatarian el lugar.

Off Rol: Uy disculpame... me he ausentado un rato por vacaciones y así, gomene.

Ahora con un acompañante le era más comodo caminar por las calles, pues así no llegarían a querer aprovecharse de su soledad, aun tenía el miedo latente de que su padre llegara con esos científicos a querer hacerle daño. Recordar los detalles de esa experiencia le abrieron una brecha en el estomago parecido al vertigo, sin embargo su rostro era apacible y tierno, como si nada pasara con una sonrisa que iba de aquí y allá, su sonrisa se amplió al conocer el nombre del chico, era propio del país en el que estaba.

- ¿Entonces eres japonés verdad?

Menciono mientras lo miraba de re-ojo como en duda, pues había algo que no le cuadraba del todo. Unos cuantos pasos más dieron cuando ahora él era el que preguntaba, Alesha había pasado ya un buen rato por esas calles, pero casi nunca se percataba de las tiendas a su alrededor, sin embargo, entre sus pensamientos parecía recordar el anuncio de un supermercado que era algo popular.

- Creo que si... doblando esta esquina debe estar una tienda que se queda abierta las 24 horas del día, menos en fechas festivas

Sonrió mientras se adelantaba a mirar si en efecto seguía abierta y pues si, ahí estaba con su anuncio de donas gratis por la compra de un café. Cuando volteo a ver a Kain se percato que había tenido un imprevisto, se acerco corriendo y le ofreció la mano.

- ¿No te sientes bien?

Pensando que el accidente había sido una baja de energias le ofreció su ayuda para apoyarse en ella.

Cuando preguntó que si era japones, pues sonreí y asentí, para luego en voz suave y pasiva decirle como si hubiera sido al viento. - Si soy japones y me gustaría saber los origenes del tuyo.- Seguí caminando a su lado buscando la tienda para pagar mi retribución y terminar con eso y quizás por primera vez comprar mas que solo uno para estar preparado en un futuro y no tener que dar ese viaje. Cuando pregunto que si me sentia bien la mire y con los ojos un poco perdido ya faltaban unos 6 minutos para que el tiempo de mi retribucón acabara y aun no tenía nada de café y ya era justo encontrar esa tienda, cuando siguiendo a la chica vi una tienda muy cercana asi que le dije. - Gracias Alesha, por cierto bonito nombre.- Para luego cruzar por las puertas automaticas que con un pequeñ *beep* recibian a todo el que entraba por ahí, luego me acerque al cajero el cual, con una sonrisa me dice bienvenido a lo que yo rapidamente digo - Tiene café preparado para viajeros? - A unos 4 minutos de tener que realizar mi retribución y salir de mis prbolemas a lo que el cajero respondió. - Claro que si, dame unos minutos.- Para unos segundos despúes poner cara de loco debido a que necesitaba de urgencia pero no dije nada y espere.

Al parecer Alesha tenía razón, era un Japonés por demás curioso, se le notaba timido en algunas ocasiones pero a la vez distante, seguramente lo había visto en algún otro lado pero su mente divagaba más en lo de "No juzgues a un libró por su portada". Solo sonrió por lo de su nombre, pues de que era lindo no lo sabía, lo sentía demasiado común al igual que Evangeline, pero después de un rato sus ojos se abrieron en par.

- No te había dicho mi nombre...

Susurró dejando que el viento se llevara sus palabras, eso si que le había generado un ligero escalofrío, cosa rara cuando a ella se le daba por controlar el frío en más de una expresión hablada. Cuando iba a entrar a la tienda prefirió mantenerse al margen.

- Disculpa, yo te espero afuera... no es como si quisiera comprar algo

Hablo dulcemente mientras se sentaba en un cuadro de cemento que estaba afuera de la tienda, algo grafiteado por lo que se veía, seguramente era muy frecuentado por personas de mala vida. Aunque no había entrado con él lo miraba por las ventanas de la tienda, con curiosidad infinita, pues se le notaba más nervioso... el café seguramente...

Sus palabras que alcanzarón mis oidos como si del viento se tratase eran dificiles de ignorar, por lo que, Intente no comentar hasta que el cajero me sirvio mi café, sonreí y me tome la taza de un sorbo, a estas horas y después de esta taza de café estaba seguro que tendría energía para un rato así que poco a poco me comencé a calmar, por lo que me voltee hacía la chica y le dije. -Perdón, pero mencionaste tu nombre hace un momento.- luego dijo que se quedaría afuera, esto era algo que no podía permitir, así que luego de darme mi primera taza le dije al cajero que prepara un termo de café y que cuando acabase me lo llevase hacia la puerta donde estaría haciendo compañía a la dulce y hermosa chica que me acompañaba, así que di unos pasos colocandome detras suyo y le pregunte amablemente, con casi el mismo tono de voz que usó ella conmigo -Por que aceptaste hacerme compañía?, Qué te impulso a aceptar?.- Dije mientras el cajero se acercaba y me daba el termo el cual puse en mi mano izquierda para luego sacar el dinero y pagarle al cajero lo que le debía por el café, seguido de esto me senté al lado de la joven Alesha y me dije a mi mismo en una voz muy baja. -Eres un suertudo- Para luego esbozar una sonrísa y colocar una mano en el suelo justo al aldo de mi muslo.

Que raro era para Alesha no recordar algo tan sencillo como haber dicho su nombre, seguramente culpaba a la noche que le hacía esas bromas tan pesadas. Mientras movía sus piernas esperandolo él había vuelto, al parecer le haría compañía lo cual era agradable a pesar de su memoria que le estaba fallando. Por su tono de voz no pudo evitar soltar una discreta risa, para después ladear el rostro y mirarlo a los ojos, sencillamente no tenía una explicación a porque lo acompañaba, pero algo era cierto, le causaba intriga el ya reconocerlo, seguramente eran estragos de su memoria, por lo que prefirió responder de otra manera.

- Eres buena compañía... además andar sola por las noches puede llegar a aburrirme -respondió con una sonrisa finita y sus ojos clavados en los ajenos- ¿Por qué me invitaste a caminar contigo?

Era su turno de preguntar, además no sabía que otra cosa podían hacer, la noche era tranquila y relajada como para dejar que las palabras volaran, con una atmosfera algo hermosa sin duda pues las estrellas siempre le habían agradado aunque...

- Eres un contratista... ¿Verdad? - Murmuró mientras elevaba una de sus manos como queriendo acariciar las estrellas.

Cuando esta dijo que era buena compañía no pude evitar sonrojarme, y cuando ella se acerco y me vió a los ojos, aun más pero esta vez no entre en pánico. Sonreí y justo cuando iba a dar las gracias por decir que era buena compañía , me preguntó si era un contratista. La unica respuesta que pude dar y no sentirme culpable fue. -Tan obvio soy?- Luego tome otro sorbo de café, ella parecía tener conocimiento sobre lo contratistas por lo que tuvo que haber escuchado sobre la organización Evening Promise, así que sonreí y preugnte -Sabes, acerca de Evening Promise?- Para luego volver atrás y decir -Gracias, te invité por que una dama tan hermosa como tu, no debería estar sola y mucho menos a estas horas.- Dije muy sonrojado pero seguido de esto agregue -Me pareces interesante y quería conocerte.- Para luego bajar la mirada y sonreír un poco, esperaba que no tomará mal eso de que soy un Contratistas, no todos son iguales. En mi caso he olvidado muchas cosas, pero al parecer eran cosas malas y esto me alegrana mucho, púes gracias a esto había podido conocer personas maravillosas.

Obviedad no lo era, pero a esas alturas, en todo lo que había conocido desde que había llegado a Japón, se le hacía muy común preguntar eso de los contratistas ¿Por qué? Porque para ella era una experiencia nueva, aun no conocía del todo los alcances que tenía, además, haber sido reclutada en EP le daba muchas expectativas de lo que difícil que era ser un contratista. Por eso, cuando Kain le mencionó lo de Evening Primrose, no pudo evitar mirarlo algo contrariada, ¿De ahí era donde lo conocía? apenas había conocido a unos cuantos de la organización, y sabía muy poco o realmente solo sabía lo que quería escuchar.

- Si los conozco... soy parte de ellos

Murmuró mientras dejaba de mirarlo a él y volvía la mirada al cielo estrellado, sonrío un poco por sus halagos no era algo que no escuchara todo el tiempo, sin embargo, había dicho lo de interesante y que le interesaba el conocerla. Una risita ahoga de escapo de los labios de Alesha, ¿Conocerla? La mayoría de los hombres piensan en conocerla de muchas forma, pero pareciera que el no buscaba lo mismo, lo cual eran puntos a su favor.

- No deberías juzgar a un libró por su portada... pueden ser más fríos de lo que alcanzas a ver

Volvió a mirarlo a los ojos mientras le mostraba la palma de su mano, en ella se comenzó a formar una pequeña esfera de hielo en forma de estrella, claro, la estrella que se representaba generalmente en los dibujos o libros infantiles, ya que una estrella era más que una forma de cinco picos.

- ¡Desu~!

Dijo casi a modo de hipo, pues esa era su forma de pagar por lo que había hecho, estaba demás decirle que ella era una contratista.

Se sorprendio much ocuando escuchó que ella era parte de Evening, pues yo también era un miembro de la organización, y se sonrojo aun mas cuando esta lo miro a los ojos nuevamente para luego casi morir sonrojado cuando esta hizo una estrella de hielo. El chico se encontraba muy sorprendido, por lo que intentaría devolverle el favor por enseñarle tan hermosa cosa, pero lamentablemente era dificil usar su habilidad, por lo que intento algo.-Amm parate sobre esta baldosa- Dije mientras me colocaba sobre una baldosa en el que dos personas eran capaces de pararse sin problemas. Luego hice una reverencia en muestra de mi agradecimiento y le dije. -Yo también soy de Evening Primrose, un placer conocerte.- Ahora que podía entrar en confianza con la chica se me hacía mas facil expresarme por lo que sonreí y espere que confiara en mí y subiera a la baldosa, quería recompensar la estrella que hizo y la unica forma de hacerlo era enseñarle una vista que no podría ver jamás.

Deshizo la estrella en su mano rompiendola, al parecer le había sorprendido, aunque ese sonrojo lo podría interpretar de muchas maneras. Le hizo caso cuando le pidió que se parara sobre la baldosa, al parecer él tenía algo que mostrarle por igual, de cualquier forma, siendo ella desconfiada no lo tenía tan cerca, solo lo suficiente.

- Venga... pues eso nos hace como compañeros de trabajo ¿No?

Habló en voz dulce mientras esperaba pacientemente lo que fuera a pasar, curioso, desde que había llegado a japón se le hacía muy incierto el esperar algo de su futuro, más bien, ella sentía que no era necesario, pues, a partir de que entendió (eso es decir mucho pues tenía muchas dudas) sobre lo que era un contratista y los problemas que el mundo actual tenía, no sentía el merecer saber sobre el futuro.

- ¿Te haces el misterioso verdad?

Bromeó mientras una leve brisa agito sus cabellos y de paso el vestido negro que portaba, era algo que le agradaba en verdad, la noche parecía decirle que no temiera.

Cuando subió a la baldosa, me mostro que confiaba lo suficiente como para estar así de cerca por lo que sonreí y luego de esto hizo un pequeño chiste. -Creo que si somos compañeros.- Para luego alterar la gravedad de la baldosa haciendo que esta comenzara a levitar y poco a poco iba acelerando hacía arriba. Cuando nos encontrabamos al nivel de un rascacielos solte una pequeña carcajada, me gustaba subir hasta aquí arriba por lo que quería compartir como se veía todo desde las alturas que yo podía alcanzar. -Esta es mi habilidad, puedo alterar la gravedad de los objetos y personas vivas.- Dije mientras hacía que la baldosa comenzara a descender lentamente para retornar a un punto seguro y mostrarle que podía confiar plenamente en mi. -No eres de japón, verdad?, de donde vienes?- Pregunte un tanto curioso y sonriente esperando su respuesta a mi pregunta trivial que la verdad no tenía otra función mas que conocer a aquella joven que compartía la belada conmigo.