Mafia Salvaje. [Libre, social o pelea]

Hacía mucho tiempo me había enterado de lo que es la puerta del infierno al igual que en el mismo lapso de tiempo me había escapado de los agentes de PANDORA en su sádico y egocéntrico intento de haberme usado como uno de los contratistas artificiales a los que estaban ellos creando, algo que si bien era interesante y me dió poderes que me abrirían las puertas de poco a poco, en Tokio hay que cuidarse de los demás, ya me he topado con otros contratistas, unos han sido lo suficientemente buenos para acogerme en su grupo (Evening Primrose) mientras otros no han sido tan amables, he tenido que aprender a defenderme de poco en poco debido a que aún siendo de los contratistas mas poderosos, no soy capaz de controlar del todo la totalidad de mi poder, sino que todavía estoy a un cuarto o menos del camino de perfeccionar mi contratista umbra kinesia. Sin embargo, no toda la historia ha sido contada aún, no aún..
Mi mascara estaba cubriendo mi identidad a la perfección, asi que no tenía que preocuparme por inconvenientes en los que mi identidad se tenga que ver amenazada, con mi control de las sombras, hacía tentaculos negros ligados a mi espalda en orden para moverme entre los edificios como una araña sin la necesidad de andar metiendo brazos y piernas, los Evening Primrose habían rastreado una banda mafiosa la cual suele traficar Dolls e inclusive se dice que esa banda mafiosa es controlada por contratistas, asi que tengo que estar muy bien preparado ya que si uno de esos contratistas controla el agua o el hielo, teóricamente estoy jodido, de más factores no tengo porqué preocuparme, es de noche, por lo que la luz no me será un factor cruel en estos instantes, por mi parte, cubierto por la máscara mirando desde un edificio, vi como de una limusina, salía un hombre robusto con un traje blanco, posiblemente un jefe de la mafia. Estacionandose frente a la estación de trenes.

Viernes a las 2:00 am, le habían informado de un pequeño trabajo con buena paga, de ésos privados que mejor sería no mencionar donde se instala con constancia. No tenía idea de quién lo había pedido, tampoco le interesaba, ella solo haría lo que sabía hacer y luego recibiría el dinero sin chistar, al final y cabo era la única percepción que tenía del oficio: Lucro. Se levantó perezosa, estirando ambos brazos sobre su cabeza con algo de dificultad, espabiló en poco y fue al cuarto de vestir; ''Una camisa, una sportie y un hoodie'' Vista casual, si no fuera por la camisa pensarían que viene de correr, mientras más desaliñada se viera menos miradas atraería, es lo que le habían pedido. Tendrían que verse a las 21;00 en una plaza cercana, por lo que tomó las llaves y, simple, se largó dando un suave portazo por accidente. Llegó al punto de encuentro, dónde la esperaba un señor con traje, caminó a su lado y subió a una limusina negra, grande, con la misma expresión neutral todo el recorrido. -Buenos días- Saludó un anciano algo regordete, igual de etiqueta, solo que lo vestían telas negras, su cabello estaba desteñido por los años y la cara era surcada por manchas y arrugas, como un mapa. Tsumiki respondió con un ligero asentimiento de cabeza, imperturbable, y percatado de que no obtendría palabras de ella le entregó carpetas con información, totalmente disperso, conversaciones en papeles, horarios anotados en servilletas, un trabajo que demoraría semanas en organizar ella lo haría en 20 min. Leyó algunas cosas que fueron claves, palabras como 'Dolls' 'Entrega' 'Paquete', fechas entre otros, y cuando ya llegaron a la estación, que sería donde la dejarían, tenía un informe armado -Entregaran su paquete a las ocho de la noche el lunes, esperan la recompensa- Murmuró bajando del transporte con el sobre de dinero en la mano, cerró la puerta y se marchó, cruzando la calle y pasando al lado del que se había quedado viendo al que la contrató. Suspiró pesadamente y negó, haría algo que no acostumbrara, meterse en asuntos ajenos -No te conviene- Susurró deteniéndose por unos momentos.

Al fin después de tanto esperar, había una señal por parte de la mafia japonesa, sin embargo, ellos no estaban solos esta vez, ahora una chica estaba junto a ellos, según yo entendí al ver a una joven pelinegra salir de la limusina junto a otro hombre ¿Que será esto? ¿Era ella en realidad de la Mafia? No lo sé, pero sería interesante ir a investigar, bajé del edificio con tentáculos creados por materia oscura que salían de mi espalda para ir bajando de poco en poco hacia la chica y el otro hombre con la cara cubierta con mi máscara plateada y mi cabello tambien cubierto por el sombrero negro.

Miré desde las sombras a aquellas personas, esperando a que no dieran con mi presencia mientras poco a poco, me iba acercando a ellos, buscando una manera efectiva de matarlos a ambos de un solo golpe, pero, no tardé en analizar mejor, logicamente la situación estaba en un "acechador superficial (yo)" y los otros solamente quizá eran "presas de caza (la deportista y el otro hombre)" aunque quien sabe, no sabría decir si uno de los dos es un contratista que haga algo con mis debilidades, aunque si bien sería interesante saber que los papeles pueden invertirse en todo momento, esto es sumamente peligroso para mí.

Sin embargo, decidí que lo mas preferente sería entrar sin causar sospechas, aún con el sombrero puesto, me quité la máscara y me acerqué naturalmente a ambos mientras ellos "quizá" esperaban la doll que iban a recibir, pero claro, que para ello simplemente hay que ser buen actor y neutralizar las facciones faciales que señalan los mentirosos.

-Buenas noches, me imagino que ustedes vienen por "eso" no es asi? Tengo información que quizá les pueda servir... En especial a ti... Por eso, pido que nos deje a solas, señor...-

Dije seriamente a los presentes mientras pedía quedarme a solas con la joven deportista, debido a que era ella la que tenía un toque mas acercado al mío, una sangre similar a la mía, yo soy un contratista... Me he de suponer que ella también